Por: Carolina Muñoz
Las cuarentenas para evitar la propagación de la Covid 19 en Colombia expusieron la violencia machista a la que se ven enfrentadas miles de mujeres en el país. Desde el comienzo de la pandemia, ONU Mujeres Colombia informó que durante las epidemias se acentúan las desigualdades de género y la violencia contra las mujeres aumenta. Esto significa que los hogares dejan de ser lugares seguros para las mujeres, pues en la mayoría de los casos conviven con sus agresores, por lo que su integridad física y psicológica corre peligro.
Previendo estas situaciones, en abril de 2020, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, solicitó a todos los países el incremento en su capacidad de respuesta frente a los casos de violencia machista. Entre otras cosas, dijo que la prevención de la violencia contra las mujeres también debía hacer parte de la respuesta de los Gobiernos en contra de la Covid 19.
De esta forma, el 23 de abril de 2020, la Comisión de Derechos Humanos del Senado dio a conocer su preocupación por el aumento de violencia machista en el país. La alta consejera para la Mujer de la Presidencia de la República, Gheidy Gallo, reveló que en ese momento se estaba buscando la erradicación de dichas acciones que ponen en peligro a mujeres y menores de edad, pues estas se han visto en la obligación de resguardarse del virus en sus hogares, que comparten con sus agresores. Asimismo, la congresista Griselda Lobo del partido Farc expresó su preocupación por las mujeres que habitan en zonas rurales, ya que debido a la falta de educación y a creencias culturales y tradición social impera la violencia física y psicológica. Otro tipo de violencia machista de la que no se habla lo suficiente es el sometimiento económico de las mujeres a sus agresores ya que, en la mayoría de los casos, debido a falta de educación y de oportunidades laborales, las mujeres no se pueden independizar de sus victimarios, quienes las chantajean y extorsionan para que permanezcan en el hogar.
Las cifras demuestran el peligro al que se vieron sometidas las mujeres durante 2020. ONU Mujeres Colombia reveló en diciembre de ese año que, desde el momento en que se decretó el aislamiento hasta el 13 de octubre, se recibieron 4.000 llamadas en la línea 155, para orientar mujeres víctimas de violencia intrafamiliar. Se realizaron 6.941 exámenes por presunto abuso sexual, de los cuales el 85% fueron para niñas y adolescentes. Además, 248 mujeres se suicidaron y se cree que más de la mitad lo hizo porque estaba sufriendo algún tipo de violencia.
Por su parte, la Secretaría de la Mujer de Bogotá reveló que, a junio de 2020, habían registrado un aumento del 200% de maltrato intrafamiliar. Además, al 31 de agosto, el 56% de todas las llamadas recibidas denunciaban a las parejas sentimentales de las víctimas como los agresores. La Policía Nacional también señaló que habían recibido 6.474 llamadas de denuncia en la línea 123. Asimismo, la Fiscalía General de la Nación solicitó más recursos para fortalecer la ayuda oportuna a mujeres y niños, pues para junio habían registrado 5.532 denuncias de maltrato a nivel nacional.
Vale la pena aclarar que, aunque muchas de las víctimas de violencia machista se aíslan y justifican a su agresor, lo hacen porque la sociedad les ha enseñado a comportarse así. Tal como dijo la psicóloga Paola Duque para Infobae, la vergüenza por señalamientos lleva a las víctimas al silencio, lo cual favorece las agresiones del victimario.
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